jueves, 3 de septiembre de 2009

Manuel Rodriguez


Manuel Rodríguez era hijo del español Carlos Rodríguez de Herrera y de María Loreto de Erdoiza, peruana, y nació el 25 de febrero de 1785. Desde pequeño mostró aptitudes intelectuales y una personalidad vivaz.


Nace la leyenda

Después de demostrar su inocencia ante la acusación de conspirar contra José Miguel Carrera, de quien había sido su amigo primero y, en 1813, su secretario particular, fue nombrado como secretario de Gobierno y Hacienda. Sin embargo, la derrota de Rancagua, en 1814, que significó el fin de la primera etapa de la emancipación de Chile de España, lo obligó a huir a Mendoza.

Fue en esa ciudad donde se ganó la simpatía del general argentino José de San Martín, uno de los principales caudillos del proceso revolucionario de América del Sur. San Martín le encomendó que le informara sobre el movimiento de las tropas realistas en nuestro país y que hiciera creer que las fuerzas patriotas cruzarían por el sur de la cordillera. Así, la milicia realista, cuya mayoría de soldados estaba concentrada en la zona central, se dividiría perdiendo su fortaleza.

Todos estos objetivos Rodríguez los cumplió con creces, a través de aventuras plenas de valentía y astucia, que dieron origen a su leyenda.

Problemas con el poder

La popularidad que adquirió Rodríguez, más sus tendencias carrerinas, fueron mal vistas por el nuevo gobierno dirigido por Bernardo O'Higgins. Según algunos autores, para alejarlo de Chile se le ofreció una misión diplomática en Estados Unidos, que él rechazó.

Dos veces estuvo en prisión, una de ellas acusado de conspirar a favor de José Miguel Carrera (contrario a O'Higgins), hasta que San Martín lo nombró auditor de guerra del Ejército en 1817.

Cerca de Til Til fue asesinado (26 de mayo de 1818) por sus captores, quienes alegaron que había intentado escaparse. Su sospechosa muerte provocó descontento popular y arrojó una sombra sobre el gobierno de O'Higgins.

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